Es un modelo socioeconómico que se ha posicionado como una poderosa herramienta para impulsar el desarrollo sostenible y equitativo en todo el mundo. Basado en los valores de solidaridad, equidad y participación democrática, este enfoque ha demostrado ser una alternativa efectiva al modelo tradicional de negocio centrado únicamente en la maximización de beneficios. A través de la colaboración y el trabajo conjunto, las cooperativas han demostrado su capacidad para mejorar la vida de sus miembros, fortalecer comunidades y enfrentar desafíos globales de manera más efectiva. En este artículo, exploraremos tres elementos de importancia del cooperativismo en diferentes ámbitos y cómo ha impactado positivamente en la sociedad en general.
Empoderamiento económico de sus miembros: Las cooperativas brindan a sus miembros la oportunidad de unirse libremente siguiendo su primer principio “Adhesión voluntaria y abierta” para lograr objetivos comunes y mejorar la calidad de vida de la gente y sus familias. Al unirse, los miembros toman decisiones de manera democrática, participan en la gestión por medio de consejos y comités y reciben de la cooperativa los beneficios económicos resultantes de su colaboración con servicios o productos que satisfacen sus necesidades. Esto puede ser especialmente relevante en sectores marginados de la población que no tienen acceso al crédito bancario, seguros, planes de salud, sepelio, vivienda, entre otros. Al empoderar a sus miembros, el cooperativismo permite una distribución más justa de la riqueza y una mayor autonomía económica.
Toman decisiones de manera democrática y comparten los
beneficios económicos resultantes de su colaboración: En un mundo marcado por
desigualdades económicas y sociales, el cooperativismo se alza como un modelo
alternativo y valioso que promueve la solidaridad, la participación democrática
y el desarrollo sostenible. A través de la colaboración y la gestión colectiva,
las cooperativas han demostrado su capacidad para generar impacto positivo tanto
a nivel local como global. Dan ejemplo de control democrático y sus directivos
son democráticamente elegidos mediante procesos electorales transparentes. Del
resultado de sus operaciones la cooperativa reinvierte sus remanentes para
mejorar los servicios con beneficios importantes para los socios.
Fortalecimiento de las comunidades locales: Las cooperativas son
fundamentales para fortalecer las comunidades locales, ya que están arraigadas
en sus entornos y priorizan el bienestar de sus miembros. Al promover la
propiedad y el control colectivo, las cooperativas empoderan a las personas y
les permiten tener un papel activo en la toma de decisiones que florecen sus
vidas. El cooperativismo fortalece la economía familiar dando oportunidades de
desarrollo y emprendimientos locales que generan riqueza y puestos de trabajo. Esto
fomenta la cohesión social, la confianza mutua y la solidaridad, elementos
vitales para el desarrollo sostenible de las comunidades.
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